Las fotos son elementos imprescindibles para poder tratar correctamente tu reclamación.
Adjunta fotos de los defectos claramente visibles, a una distancia de aproximadamente 1 metro o mientras utilizas el producto.
Opta por la luz del día.
Si se ven afectados varios productos idénticos, toma una foto de todos los productos dañados, uno al lado del otro o superpuestos, con el defecto de cada uno de ellos claramente visible.